climatología
La crecida rompe el vado del río Ara para entrar en Jánovas por segunda vez en cuatro meses
Los vecinos han tenido que recorrer 45 minutos de camino para entrar al pueblo en Semana Santa por una pista forestal.
Desde noviembre de 2023 hasta marzo de 2024 se han producido dos crecidas del río Ara y el vado construido por los vecinos para llegar a Jánovas ha quedado destrozado. El curso ha pasado de llevar unos 11 metros cúbicos, como habitualmente, a los 200 de estos días.
Unos veinte vecinos han tenido que dar un rodeo de 20 kilómetros en Semana Santa por el desvío de Panillo, lo que les supone 45 minutos más para llegar a su pueblo. Llevan años recuperando este municipio después de que se descartara el proyecto del embalse y han vuelto a reiterar su reclamación de que se construya el puente de la carretera N-260.
Todo el trabajo que hicimos la semana pasada en reponer el vado, al carajo… el río nos vuelve a dejar aislados con la lluvia de estos días, que si hubiera hecho el frío que tiene que hacer , sería nieve. pic.twitter.com/QnFD6nwbmQ
— Oscar de Jánovas (@Oscar1Asin) December 3, 2023
“Las lluvias de estos días ha afectado mucho al paso y no ha hecho más que crecer el curso. El vado que hicimos (se gastaron 4.000 euros tras la anterior crecida en noviembre) ya estaba afectado por las lluvias de la semana previa porque el agua ya pasaba por encima, pero aun podíamos cruzar con material (algunos están arreglando las viviendas) y pasajeros”, relata Óscar Espinosa, presidente de la Fundación San Miguel, creada para reconstruir Jánovas. “En Semana Santa empezó a subir tanto el nivel del agua que el paso se hizo imposible por allí y nos volvimos a quedar incomunicados otra vez. El vado ha quedado destrozado y la reparación nos va a costar tiempo y dinero. Lo veremos cuando baje el cauce”.
El recorrido alternativo es una pista forestal que llega a San Felices, Planillo y Ligüerre de Ara. Además de que este itinerario les exige invertir mucho más tiempo, esa ruta es cada vez menos transitable.
Los vecinos de Jánovas tienen muy claro que “en marzo están pasando mayencos” (es un término de origen altoaragonés que hace referencia al mes de mayo y se define cuando ‘el río baja bravo y tomado en la época de deshielo’ de las nevadas de invierno). “Ahora volveremos a verlo la semana próxima porque se dan temperaturas altas y con las nieves de arriba… Vamos a estar bastantes días así y sin poder pasar por aquí”, lamenta Óscar Espinosa.
Aunque habitualmente la pareja de Jesús Garcés, de 70 años, y Marimar Garmendia, de 65, son los únicos que residen de forma permanente en Jánovas porque están jubilados, las vacaciones de Semana Santa han movilizado a las cinco familias que han recuperado sus viviendas y a una veintena más de visitantes.
Jesús y Marimar transmiten su “preocupación” por si “pasa algo” y “les coge solos allí”. “Otros vecinos de Jánovas han decidido no acudir por la dificultad de cruzar el río por el vado”, agrega el presidente de la Fundación San Miguel. “El problema es que cuando pasas por la pista forestal hay tres kilómetros al final que es camino de tierra, donde falta tener que pasar con un todoterreno”.
Presupuesto del puente de la N-260
El presupuesto inicial del puente de la carretera N-260, que es una reivindidación histórica de los vecinos, ronda entre los 2 y 2,5 millones de euros. Aun así, los vecinos del municipio de Jánovas reclaman que sería el primer presupuesto gastado allí por el Gobierno (se haría a través del Ministerio de Transporte y Movilidad) porque todo lo demás lo han pagado ellos.
“A través de Rafael López Guarga (decano de la Demarcación del Colegio de Ingenieros de Caminos, canales y Puertos en Aragón y ex jefe de la Demarcación de Carreteras en Aragón) tenemos la promesa de que en cuanto puedan meter este presupuesto de la carretera nueva lo harán. Nos lo dicen también desde Madrid, lo ven necesario para Jánovas y los pueblos que hay arriba, como San Felices, Planillo y Albella”, señala Óscar Espinosa, pero esos promesas no tienen todavía fecha concreta.
Durante la Semana Santa habría en la zona afectada por esta carretera cubierta por el río Ara más de 300 habitantes que han tenido que realizar ese recorrido alternativo y con dificultades de comunicación tanto por el tiempo como por el estado de la ruta.
Un proyecto contado en la UE
Además de Casa Carpintero, hay otras cuatro viviendas recuperadas (Castillo, Puyuelo, Frechín y Agustín), pero a lo largo de este año podrían llegarse a abrir diez casas en Jánovas y eso les convertiría ya en un municipio de facto porque tendrían más que en muchos pueblos del Pirineo.
Al ser un símbolo del Sobrarbe, como ejemplo de la recuperación de una zona despoblada por el embalse que no se llegó a construir, Espinosa sostiene que también fueron invitados por la Unión Europea para contar su historia, gracias a la iniciativa de Chunta Aragonesista, (como hicieron hace una semana los de Fuendetodos, por el partido Ciudadanos).
“Te reciben con curiosidad, pero al final todo se queda allí porque no hemos visto ningún otro movimiento de Europa y tenemos que volver a la cruda realidad”, reconoce Espinosa pasados ya cuatro o cinco años desde aquella visita ilusionante a la UE. “Aun así, es bueno que sepan que existimos”.
Los cambios de la climatología han provocado que hayan vivido dos episodios similares de crecidas en cuatro meses (el primero invernal, en noviembre, y el segundo, en marzo) y los episodios de los mayencos adelantados al deshielo han provocado el aumento del río Ara.
